La Mudanza

Empacar una casa en la que has vivido más de 20 años tiene su gracias.  Me asumo como una persona desapegada.  Toda la vida estoy donando y deshaciéndome de cosas que no usamos, aún así las cajas se acumulaban por todas partes.  

Para serte sincera la más difícil de hacer fue la primera.  Veía los libros y pensaba que quizá todavía los podía necesitar, así que mejor por ahí no empezaba.  La cocina era impensable, teníamos que comer, y así cada cuarto tenía una razón por la cual no debía ser el primero.  En mi cabeza en un ratito terminaba y no había prisa, pero la verdad distaba mucho de esas ideas que corrían en mi mente.

Una vez más las Flores de Bach nos ayudaron a empezar el proceso.  Los aceites esenciales también estuvieron presentes.  Utilizando el sistema de Mike Dooley siempre tuve el resultado final en mente.  Muchas veces me pregunté como sería salir de esa casa.  La verdad la mayoría terminaba pensando que nunca saldría, que, así como había sido de mis abuelos y habían crecido ahí mi mamá y mis tías sería mía y mis hijas y nietos crecería ahí.  Y así, sería un legado para generaciones venideras.   Normalmente así es, lo complicado es empezar, es darnos esos 5 minutos para hacer el pendiente que nos da flojera, para terminar la lista de cosas por hacer.  A mí, lo que me funciona en esos momentos es ver el resultado final.  

¿Cuál es tu método para alcanzar los resultados esperados?